UN GUERRERO DESDE NIÑO CON SÍNDROME DE ASPERGER
Armando es un joven especial que padece el síndrome de Asperger, un conjunto de problemas mentales y conductuales que forma parte de los trastornos del espectro autista, y aun así ha logrado cursar la primaria, secundaria, preparatoria y una carrera trunca de ingeniería en Ecología, de la cual desertó no por falta de inteligencia, sino por la pérdida de un ser querido.
Acompañado de su madre como compañera de clase, acudió a la universidad para evitar el acoso escolar y además ser ella un motivante para su hijo en su desarrollo profesional. A pesar del síndrome que padece y de trastorno de ansiedad, además de problemas de debilidad visual, es un joven ejemplar a sus 27 años.
Armando Cota Córdova es un chavo extremadamente rubio, incluso podría parecer menonita.
Su madre Leticia Cota Córdova es un ejemplo de amor, lucha y tenacidad por sacar adelante a su hijo. Incluso los dos se matricularon para estudiar la carrera en Ingeniería en Ecología de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
"Tengo 27 años, soy débil visual. Mis compañeros no creían que iba a terminar la primaria, la secundaria, me querían novatear siempre. Mis maestros no me tenían paciencia", aseguró Armando Cota.
"Ingresamos a la carrera de Ingeniería en Ecología de la UACh y fue un poco difícil, pero tuvimos que retirarnos por cuestiones de salud, asistíamos juntos a la universidad. La verdad es que es un joven extraordinario", comentó Leticia Córdova. Pero dentro de su desarrollo personal, Armando ha tenido que lidiar con la ansiedad y para ello ha requerido un apoyo especial que se le ha brindado mediante un programa específico creado precisamente para ese problema.
Mediante la capacitación del programa "Tierra a la vista", de Provirac, "se logró a enfocar la patología, nos ayudó a mejorar nuestro estilo de vida, sobre todo a manejar las emociones, y cambiar las emociones negativas a emociones positivas".
"Llegué ansioso porque consideraba que no podría abrir puertas, me consideraba como un analfabeta. Me he sentido bien porque he bajado mi ansiedad y se ha elevado mi autoestima", aseguró Armando Cota.
"Lo que hemos tratado con Armando ha sido el trastorno de ansiedad, mediante la capacitación se han atendido a 35 usuarios psicosociales y por ello la capacitación es necesario para que los usuarios y la familia puedan tener una mejor calidad de vida. En estos cursos participan una psicóloga y un usuario ya estabilizado y capacitado, y tienen una duración de 3 meses, es decir 12 semanas de dos horas y media", precisó Carolina Valles, directora de Provirac.
Las personas que padecen de ansiedad generalizada experimentan miedos y preocupaciones persistentes no específicos, muy focalizados en asuntos cotidianos.
El trastorno de ansiedad generalizada es el trastorno de ansiedad más común que afecta a adultos mayores. La ansiedad puede ser un síntoma secundario al abuso de medicamentos o sustancias, y los profesionales médicos deben ser conscientes de ello.
El diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada se produce cuando una persona ha estado excesivamente preocupada por uno o más problemas todos los días durante seis meses o más.
La persona puede tener problemas para tomar decisiones diarias y recordar compromisos como consecuencia de la falta de concentración que le supone la "preocupación por la preocupación". Antes de diagnosticar un trastorno de ansiedad generalizada, los médicos deben descartar causas de ansiedad inducido por fármacos.