Documental sobre niño superdotado uruguayo que sufre Asperger
"Through me" trata sobre la enfermedad que aqueja a Iñaki Lemiechevsky, de 12 años. El niño vive en España desde 2006 y tiene un coeficiente de 150 puntos.
Iñaki Lemiechevsky es uruguayo y tiene 12 años. Vive en Badalona desde 2006. Tiene un cociente intelectual de 150.
Hasta ahí todo bien. Pero Iñaki tiene síndrome de Asperger, una enfermedad de tinieblas que genera tormentas y corazas que hacen la vida muy difícil, tanto a los que la sufren como a quienes tienen que convivir con ellos.
¿Cómo vive ese encierro invisible un niño tan brillante, que quiere ser político, físico, arquitecto, ingeniero electrónico, en ese orden?
Durante dos años, la directora Andrea Lamount grabó su vida para entender qué pasa por su cabeza. Y sobre todo para que los demás entiendan las particularidades de seres que pueden estar cerca nuestro.
El documental titulado “Through me” (“A través de mí”) cuenta la historia de Iñaki, desde que le pedía a su madre “hacé que mi cabeza pare” hasta hoy que es un brillante físico en ciernes.
www.youtube.com/watch?v=_IhgwZBZqVM
No es fácil la vida un niño con un problema tan complejo y quiere ser como cualquiera. Para entender lo que pasa en el síndrome de Asperger, una forma de autismo, la madre de Iñaki lo explica de una manera gráfica: su cerebro es como un montón de luces diminutas que se van encendiendo y apagando.
Iñaki lleva una vida normal pero vive en un mundo paralelo, describe Karina Blanc, mamá del pequeño.
Uno de sus grandes problemas es el manejo de los afectos y las emociones.
“Él necesita un guión previo y mucho esfuerzo para tener empatía”, explica ella en una nota con el diario madrileño ABC.
“Para alguien que tiene muy poca inteligencia emocional es muy difícil hablar de sentimientos”, asegura Karina, en su rol de guía.
Pero ella habla mucho con él de afectos, del mundo de las emociones.
¡Tú tienes muchos sentimientos, lo que pasa es que funcionan con la lógica, no con emociones!”, le explica.
Iñaki sabe lo que le sucede. Y entiende que por eso no es cariñoso como otros niños. Por qué no quiere que nadie lo bese. Por qué, por ejemplo, se enoja cuando lo piropean.
A cambio de todos estos gestos que, podría decirse, son antipáticos, el gran Iñaki tiene varios atributos que lo hacen admirable.
“Lucha como nadie contra las injusticias”, dice Karina. El documental busca que su hijo y otros casos como el suyo se entiendan. Los niños con Asperger casi siempre son impopulares, poco reconocidos por sus pares.
“Me gustaría que la gente intente conocerme en profundidad porque ahora no me aceptan del todo y porque tienen que ver que el Asperger se puede ignorar”, afirma Iñaki.
Antes de entrar en la adolescencia, este uruguayo ya tiene opinión sobre capitalismo, ecología, sobre pobreza y dinero.
“ Se tendría que crear una divisa internacional electrónica, podríamos llamarla ‘puntos’, o que hubiera un objeto útil que se pudiera tomar como referencia para intercambios”, dijo Iñaki.
La física es una de sus grandes pasiones y tiene desarrollada una teoría de viajes interdimensionales y agujeros negros.
En el documental defiende que “el tiempo no existe, solo hay una distorsión espacial progresiva”.
Iñaki aspira también a encontrar la fórmula “para revivir experiencias y extraer sensaciones” para compartirlas.
Cursa sus años escolares en una unidad especial de una escuela pública. Dice que quiere aprender japonés, sueco y alemán. Ya sabe inglés, por supuesto. Y pasa horas leyendo sobre matemáticas.
Iñaki odia los contestadores automáticos en los teléfonos y la publicidad. A veces se derrumba emocionalmente porque se siente diferente.
“Él siempre dice que la naturaleza me compensó el Asperger con la superdotación, y la inteligencia emocional con la lógica”, comenta mamá Karina.
Iñaki fue diagnosticado con Asperger a los 4 años. Tenía algunos comportamientos atípicos pero lo que más llamó la atención es que a esa edad escribía y leía.
Englobado dentro del trastorno del espectro autista, el síndrome de Asperger afecta a cuatro de cada 1.000 niños en el mundo.
El trastorno es similar al autismo, aunque en este caso no tiene que ver con ninguna minusvalía intelectual. En cambio sí posee un trastorno obsesivo compulsivo, que se controla con medicación. Es la forma de contener su hiperactividad cerebral.
Mirá una nota que se le hiciera a Iñaki y a Karina en la TV española.